Momentos maravillosos y pensamientos nocivos

Algo que me hería profundamente el ser, provocaba un cambio radical en mi carácter en el mismo instante que me sentía lastimada. Y caía angustiada.

Mi vida está repleta de momentos maravillosos. Lo sé, los recuerdo, los saboreo cuando aparecen.

En el momento que me evado de mí misma y de mi entorno mientras realizo arte, cuando bailo, cuando abrazo y siento… cuando hago algo que me apasiona… En esos momentos me siento feliz, disfruto, vivo totalmente el presente. Momentos que, ocasionalmente, pueden durar horas, sobretodo, en soledad.

Aunque no puedo despistarme, porque en los últimos años, pierdo con gran facilidad esa alegría momentánea como si la tristeza ganara la batalla y venciera sin darme cuenta.

Cuando se me diagnosticó TLP, recuerdo que era la hipersensibilidad la que me generaba el descontrol. Algo que me hería profundamente el ser, provocaba un cambio radical en mi carácter en el mismo instante que me sentía lastimada. Y caía angustiada.

Es cierto que la experiencia te cambia. He aprendido técnicas para protegerme, para evitar ese gran desgaste emocional. Aunque sigue doliendo… Claro que sigo sintiendo ese gran dolor físico, sobretodo en el pecho.

Lo cierto es que he aprendido algunas técnicas que me ayudan a protegerme y las debo utilizar constantemente a lo largo del día. Es cansado… sí, muy cansado…

Pero ahora el problema radica en el campo mental. Creo pensamientos positivos, creo bienestar a mi alrededor… pero cuando me distraigo de mí misma, mi mente empieza a generar pensamientos de forma inconsciente, y son estos los que me descontrolan el cuerpo, la mente, el ser.

Y cuando percibo que la tristeza o la pena me están invadiendo, me observo, vuelvo al presente y me desmorono. Casi instantáneamente, olvido los pensamientos que había creado.

NoemiUrk