Allá por el 2008, un grupo maravilloso de mujeres y yo, estuvimos realizando cada luna llena, un círculo de mujeres.
Teníamos una hermosa guía: Amaya, que, con su trabajo y guía, nos ayudó a todas a continuar nuestro camino. Aunque ella siempre está con nosotras, su presencia, amor, dedicación, amabilidad... está en nosotras.
Eramos un grupo potente energéticamente. No recuerdo qué trabajo empezamos a realizar aquel día. Normalmente nos dejábamos fluir y el trabajo surgía sol